Autores: Tulio Cesar Lagos Burbano; Hernando Criollo Escobar; Liz Katherine Lagos Santander; Tito Bacca Ibarra; David Esteban Duarte Alvarado; Astrid Viviana Santacruz Benavides; María Pineda; Wilmer Delgado Gualmatán; Kevin Farey Patiño
El cultivo de lulo en Colombia se siembra en 21 departamentos, donde Huila ha sido el primero tanto en área y producción. En los últimos años, además de Huila, se destacan Valle del Cauca, Cauca, Antioquia y Boyacá. Existe una tendencia a incrementar el área y la producción; sin embargo, limitantes fitosanitarias y tecnológicas, entre ellas, la escasa oferta de cultivares mejorados, ha hecho que el desarrollo del cultivo sea lento. Los agricultores siembran los cultivares Castilla, La Selva, Jalisco y Larga Vida. En el 2019, se liberaron los cultivares mejorados UDENAR LOBO y UDENAR VENTEÑO. El máximo rendimiento se obtuvo en el 2013 con 10,10 t/ha, y a partir del 2013, los rendimientos han oscilado entre 9,42 y 9,86 t/ha con un promedio de 9,56 t/ha, el cual supera en 0,69 t/ha al promedio del periodo 2007-2011. Esta ganancia se debió a la adopción de los productores del material genético La Selva, el cual presenta rendimientos muy superiores al cultivar del agricultor. Risaralda, Santander, Antioquia y Boyacá, tienen los más altos rendimientos que fluctúan entre 14,98 y 17,5 t/ha. El principal mercado del lulo se encuentra en Colombia. Las perspectivas del comercio de lulo a nivel mundial crecen con la aceptación de las frutas exóticas y de alto valor nutracéutico. La exportación de lulo en fresco es difícil, de ahí, que la transformación de la cosecha en productos con valor agregado como pulpa y jugos, entre otros, es una opción para conquistar el mercado internacional
Tamaño: 28 x 21 cm | Formato: Impreso y Digital | Páginas: 268 |
Año: 2020 | ISBN: 978-958-5123-37-3 | Valor: 20.000 |