Autor: Ricardo Oviedo Arévalo

El estudio del proceso de ocupación del territorio del sur de Colombia, está permeado por sucesivas olas migratorias, en un territorio que históricamente es frontera y aislado por un relieve que contempla desde nieves perpetuas hasta la selva húmeda de la Llanura del Pacífico, poblado tempranamente por comunidades precolombinas, hizo parte del imperio incaico, en la conquista como en la colonia, dos proyectos productivos se impusieron: la hacienda en las Tierras Altas de los Andes y la extracción de metales preciosos en las Tierras Bajas del Pacífico.

Ambos modelos económicos han sobrevivido hasta hoy, moldeando la composición ético y cultural del Departamento de Nariño, esta simbiosis social y económica, solo fue alterada por la implementación de políticas neoliberales en los años noventa del siglo pasado, perturbando una economía campesina pobre y frágil, creando las condiciones socioeconómicas objetivas para la vinculación de la región a los cultivos ilícitos a finales del siglo XX, que repotenció el valor de su suelo y de su posición geopolítica, atrayendo a todos los actores de la guerra, militarizando el uso del suelo, alterando sus costumbres ancestrales y disparando los índices de violaciones a los derechos humanos