Autor: Francisco Javier Torres Martínez

El libro examina la influencia de profesores extranjeros en el desarrollo del país y en la formación de profesionales agrícolas desde principios del siglo XX hasta la década de los años setenta. El primer capítulo reseña el impacto de las actividades agrícolas y su trascendencia política, económica y social, y los inicios de la enseñanza agrícola. El capítulo dos describe los escenarios de la educación superior durante el siglo XIX y la incursión de la Ingeniería Agronómica como carrera fundante desde principios del siglo XX en las universidades: Nacional de Colombia, Nariño, Caldas, Tolima, Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Magdalena, Córdoba y Cundinamarca. El capítulo tres contiene los aportes de investigadores llegados de Europa y los Estados Unidos durante el período republicano, su contribución en la formación de profesionales agrícolas en universidades del país y en la conformación de redes académicas y de investigación que fortalecieron los gremios del sector primario y las instituciones de carácter sectorial.
El capítulo conclusivo analiza la génesis y evolución de la educación agrícola en la Universidad de Nariño, la influencia de misiones internacionales y la contratación de profesionales de alto nivel académico procedentes de Francia, Alemania, España, Italia, Bélgica, Estados Unidos, Ecuador, Bolivia y Honduras. Los profesores extranjeros establecieron nuevos enfoques académicos, instituyeron la investigación, las publicaciones científicas y los convenios, iniciativas que impulsaron las áreas del conocimiento en Suelos, Botánica, Fisiología Vegetal, Fitopatología, Entomología, Ingeniería y Economía. Una vez afianzada la educación agrícola, ingenieros agrónomos egresados de
la Universidad de Nariño formaron el talento humano que requería el país. La consolidación de la Ingeniería Agronómica en la Universidad de Nariño ha suscitado el desarrollo regional, el cual, ha trascendido a nivel nacional y global, y en las últimas décadas cimentó las bases para ampliar la oferta de programas de pregrado y posgrado en nuevas disciplinas agrarias, fortaleció la investigación, la interacción social y la cualificación docente; escenarios, entre otros, que permitieron incursionar de manera exitosa en procesos de aseguramiento de la calidad y han derivado en la obtención y renovación de la Acreditación de Alta Calidad.